Malta también tiene una ciudad que se llama Rabat, como el nombre de la capital de Marruecos. El maltés es una lengua de origen semítico y la palabra Rabat significa suburbio. Este fue el origen de Rabat, un pueblo cercano a la antigua capital de Malta Mdina. Con todo, no confundir esta Rabat, con la segunda con la que cuenta Malta. La otra Rabat se halla en Gozo y es Victoria/Rabat.
Rabat, sin ser tan espectacular como su vecina Mdina cuenta con un centro con varios monumentos, plazas, bares, restaurantes y comercios.
Monumentos de Rabat.
El más conocido son las catacumbas de St Paul, usadas durante la época romana como lugar de enterramiento. El osario de la ciudad romana de Mdina fue situado a las afueras en Rabat por motivos higiénicos. El nombre de San Pablo le viene por la breve estancia del personaje tras un naufragio en el año 60. Numerosas tumbas y frescos hacen de la visita una experiencia interesante.
La plaza mayor de Rabat es el centro de la ciudad, allí se encuentra la entrada a las catacumbas, el Museo Wignacourt, los refugios de la Segunda Guerra Mundial, la Iglesia de St Paul y las excelentes pastelerías donde se deben consumir cannoli y pastizzi.
El Museo Wignancourt posee una buena pinacoteca y una colección de orfebrería y muebles de la época moderna, además de una coqueta cafeteria de libre acceso con un patio donde sirven Cisk heladas.
Otro interesante lugar para visitar es el Palazzo o Mansion Bernard. La Casa Bernard perteneció a un noble de la Orden de Malta de origen francés. La entrada es bastante cara ya que se trata de un museo privado y que parte del edificio sigue siendo utilizado como vivienda. Cuadros, muebles, tapices y otras obras se enmarcan en un decorado barroco que nos lleva a un pasado donde la nobleza dominaba Malta.
Rabat puede ser un excelente lugar para instalarse en Malta, lejos del furor de la zona de Sliema y St Julians, pero siempre muy cerca de todo.
Al este del pueblo se encuentran los acantilados de Dingli, a visitar al atardecer sobre todo.
