Qué ver en Malta, Patrimonio

Museo de la Cruz de Malta, emblema y origen del país.
Museo de la Cruz de Malta, emblema y origen del país.

Una vez más el pequeño tamaño de isla de Malta contrasta con su bagaje histórico, cultural y monumental. Las islas de Malta, Gozo y Comino fueron pobladas ya desde la más remota antigüedad por grupos venidos de la relativamente cercana Sicilia  en torno al 5200 a. C. Vestigios de los primeros humanos son los templos que datan del 1500 a.C Después, fenicios, griegos, cartagineses, romanos y bizantinos fueron ocupando el archipiélago y dejando su impronta. Los árabes conquistan la isla en 870, más tarde los normandos que han constituido el Reino de Sicilia se la arrebatan. Hacia finales del siglo XII llegará la dominación hispánica primero con Aragón y después con el Reino de España.

En 1530 Carlos I, cede la isla a la Orden de los Caballeros Hospitalarios, u Orden de San Juan de Jerusalén, reciente expulsados de Rodas. De está forma, la corona de España se aseguraba un aliado contra los piratas berberiscos y los turcos. Ahí empieza la historia monumental y militar de Malta. Las grandes murallas, bastiones y fortalezas que rodean toda la zona de la Valletta y sus puertos naturales se construirán tras el fallido sitio de 1565 que junto a la victoria de Lepanto (1571) fortaleció el valor estratégico de Malta y de Sus Caballeros, a partir de ahí caballeros de la Orden de Malta.

Ciudades, historia y cultura.

La ciudad de Mdina, en el centro de Malta conserva el encanto más antiguo. Sus callejuelas y edificios dominan una colina y se recortan en la lejanía. Ideal para cambiar de aires tras visitar Paceville y St George’s Bay.

Su pasado complejo ha visto llegar, pasar y quedarse a fenicios, griegos, cartagineses, romanos, árabes, aragoneses, españoles, a la internacional Orden de los caballeros de San Juan de Malta, a otomanos, italianos, británicos… Del paso de tantas gentes ha surgido lo que hoy es Malta.

Es por ello que encontramos reminiscencias británicas en las cabinas de teléfono, la conducción por la izquierda y el idioma; pero también la pasta italiana; la gastronomía mestiza pero muy mediterránea y árabe; el saber vivir del sur de Europa y del norte de África o los monumentos de la época de la Orden de Malta. Sin olvidar algunos de los templos más antiguos de la humanidad, pasado arqueológico de inigualable valor (Templos de Hagar Qim 4000- 2500 a-C).

La visita de La Valletta, Sliema, Cottonera (Las Tres Ciudades – The three cities); Mdina, Mosta, Mgarr, Marsaxlokk, Victoria (Rabat) en Gozo, etc… nos permitirá contemplar fortalezas, murallas, bastiones, iglesias, catedrales y palacios que recorren la historia de Malta.

Museos.

Sus museos también ayudan a comprender el viaje por los siglos de Malta y Gozo, (Museos de arqueología, de Bellas Artes, Historia, de la Segunda Guerra Mundial (donde Malta jugo un importante papel estratégico) o del automóvil.

Patrimonio.

Abundan en Malta edificios de carácter defensivo (murallas, bastiones, torres de vigilancia); religioso (Iglesias de todas las confesiones) y palaciego, que muestran la importancia de los poderes del Antigua Régimen en la isla.

Entre las iglesias destacamos la Catedral anglicana de San Pablo (St Paul’s Anglican Cathedral) que forma parte gracias a su bóveda del “skyline» de La Valletta, otorgándole esa estampa tan característica. También en La Valletta se encuentran las iglesias católicas de Oul lady of Victory; Our Lady of Mount Carmel; St Barbara; St John’s Co-Cathedral. En Mdina destacamos el Convento de las Carmelitas y su iglesia y la Metropolitan Cathedral of St Paul; en Rabat la Cathedral de San Pablo, personaje que al parecer naufragó en la isla convirtiéndola al cristianismo.

Un monumento que no pueden perderse es la iglesia de la Asunción más conocida por Mostra Dome – Church of Assumption, iglesia circular con casi 40 metros de diámetro. Fue construida en 1830-60  y durante la II Guerra mundial una bomba atravesó la cúpula sin explotar. Se encuentra en Mosta a 15 Km. de La Valletta.

En las tres ciudades de Cottonera también se pueden ver varias iglesias de interés como Nuestra Señora de Pompeya y la iglesia de Santa Ana.

En Gozo destaca la Catedral, construida entre 1697 y 1711 y la Iglesia de San Lorenzo (St Lawrence Church)  del siglo XVI.

Malta musical.

La opera Manoel, edificio bello, muestra del amor maltés por la música y el teatro.
La opera Manoel, edificio bello, muestra del amor maltés por la música y el teatro.

Otra atracción, menos conocida es la música y el teatro, donde la pequeña Malta destaca por su interés y amor. Festivales de jazz y otras músicas durante todo el año y actuaciones de teatro con numerosas compañías amateur, muestran otra Malta, animada y culta.

Uno de los edificios más grandiosos de Malta es el Teatro Manoel de La Valletta, uno de los tres más antiguos de Europa. Su visita, ya sea en mitad de una de las múltiples operas y piezas teatrales que se representan a lo largo del año, o por libre con las platea vacía y silenciosa, le hará una vez más replantearse la visión que traía en su maleta sobre Malta y los malteses.

En la hermana menor maltesa, en la isla de Gozo se encuentra otros bellos y grandes teatros, teniendo en cuenta el tamaño de la isla y su populación, el teatro Astra y el Aurora Opera House.

Naturaleza.

Ya hemos hablado de las playas en otras secciones (Qué hacer en Malta), pero no podemos evitar mencionarlas y recomendarles también que se alejen un poco de ellas sin separarse de la costa. Disfrutarán de acantilados, del mar de Malta, un paraíso para los amantes del submarinismo, el buceo y el snorkel.

Dado que el clima es seco, no hay grandes espacios arbolados, pero en cambio encontramos varios jardines botánicos y reservas naturales donde disfrutar de la flora de la isla.

Puente entre Europa, África y Asía, es visitada por numerosas aves migratorias, otro elemento de interés para los aficionados en la ornitología. Máis información en la sección Aves y pájaros de Malta.

Fiestas y tradiciones.

Malta conserva muchas fiestas patronales vinculadas a la religión católica, pero aderezadas con tradiciones y condimentos protestantes y musulmanes. La mezcla es curiosa y se puede disfrutar todo el años, pero sobre todo durante el verano, la Navidad y la Semana Santa católica y el Carnaval. Fiesta coloridas, música y comida a raudales para ocupar las calles y gozar una vez más de la placidez del clima maltés.