Con este nombre se conocen a las tres pequeñas poblaciones que se sitúan al sureste de La Valletta, justo al otro lado del Grand Harbour. Vittoriosa, Cospicua y Senglea ocupan una serie de pequeñas penínsulas, bahías y calas que hacen de esta parte de Malta una de las más visitadas. Si al noroeste de La Valletta de encuentra Sliema, St Julian’s y Paceville, con sus playas y bares, pubs, discotecas y zonas comerciales, las tres ciudades es una zona más tranquila pero de gran belleza e interés cultural.
Las tres poblaciones fueron importantes desde la instalación de los caballeros de la Orden de San Juan, siendo fortificadas. Cospicua es, quizás, las más conocida gracias a su puerto construido en 1776. Vittoriosa es la más pintoresca y la más animada por sus bares, restaurantes y pubs que adornan su puerto deportivo. Senglea se enorgullece de su resistencia durante el sitio otomano.
Como llegar.
Desde la Valletta podemos atravesar el Grand Harbour en alguno de los transbordadores que unen periódicamente ambos lados de la bahía. Otra opción es utilizar nuestro coche de alquiler y rodear el Grand Harbour. En cualquier caso en pocos minutos habremos pasado de un lado al otro.
Qué ver, qué hacer.
Vittoriosa o Birgu.
Dado su interés estratégico, los Caballeros de la Orden de San Juan escogieron Vittoriosa como su primera capital, antes de desplazarse a La Valletta. De su pasado militar y capitalino queda el Fuerte de Sant Angelo, que puede visitarse en parte.
Otro edificio de gran interés es el Palacio del Inquisidor (Inquistor’s Palace), donde se pueden contemplar las antiguas celdas y calabazos así como su muy moderno sistema de alcantarillado y baños.
Vittoriosa Waterfront.
Muy cerca del paseo marítimo (Cottonera Marina) se halla el Museo Marítimo de Malta (Malta Maritime Museum), que rememora la historia marinera de las Tres Ciudades y de Malta en general. Restaurantes y bares, así como las tradicionales barcas maltesas animan y dan un encanto pintoresco a Vittoriosa.
El paseo marítimo de Vittoriosa permite unas magnificas vistas del Grand Harbour y La Valletta. Gracias a su renovación el puerto deportivo puede albergar los inmensos yates de las grandes fortunas mundiales.
Cospicua o Bormla.
Erigida en lugar estratégico, Cospicua mantiene mucho de su encanto antiguo en las callejuelas llenas de historia que la componen. El lugar está habitado desde la época neolítica, aunque fue la última de las tres ciudades que se amuralló a mediados del siglo XVIII. Como en las otras el rastro de los caballeros de la Orden de San Juan, también conocida como Orden de Malta está muy presente.
Su puerto protegido al final del estrecho paso que conforman las penínsulas de Senglea y Vittoriosa es el principal reclamo para los visitantes. No obstante, sus calles rebosas de historia y monumentos religiosos. Entre ellos destacamos la puerta de Vilhena (Vilhena Gate); el museo de Bir Mula Heritage House and Museum y la Iglesia de la Inmaculada Concepción (Church of the Immaculate Conception).
Senglea o L’Isla.
La ciudad se desarrolló tras el Gran sitio turco, por mediación del gran Maestre de la Sengle, que fortificó la península. Senglea es muy pequeña, la península no llega al km2, pero ello no la hace perder encanto ni interés. Todas sus calles, sus pasajes y las vistas hacía Vittoriosa, el Grand Harbour de La Valletta o Cospicua merecen la pena.
Entre los edificios destacamos la Basílica de María Bambina, repleta de artilugios y reliquias religiosas que para algunos son milagrosas.
No se pierdan los jardines de Gardjola Gardens, desde donde las vistas y las fotografías de La Valletta, el Grand Harbour y el Fuerte d St Angelo son inigualables.