Hay países que son puro color, un arcoiris para el ojo y el fotógrafo, y uno de ellos es Malta que con las puertas y balcones de colores animan pueblos y ciudades. Pero sin duda el principal catalizador del color en Malta (con el permiso de los Djhajsa, botes taxi del puerto de la Valetta) son los luzzu, la embarcación tradicional de la isla, y que encontramos sobre todo en el pueblo marinero de Marsaxlokk, al sureste de la isla.
El luzzu ha sido desde tiempos inmemoriales el barco típico de pesca en Malta, coloreado por tonalidades de colores fuertes, especialmente rojo, azul, amarillo y verde. Todos ellos llevan a los lados de proa unos ojos, conocidos como el Ojo de Osiris o también Horus. Esta tradición se remonta a los tiempos de los fenicios, que con este singular amuleto protegían sus embarcaciones de los arrebatos del mar.
El luzzu servía para capturar la pesca de la costa de Malta, navegando sin alejarse mucho de la costa, y hoy en día los marineros aún traen sus capturas, especialmente el sabroso lampuki, un pescado típico que se prepara con mucho arte en las cocinas maltesas.
Resistente como pocas, el luzzu navegaba a vela, si bien los nuevos tiempos cambiaron su fisonomía sustituyendo la vela por el motor. Se pronuncia lwtsw en maltés, pero seguro que si preguntamos por ellas nos entenderán sin problema.
Junto a la Cruz de Malta, el Ojo de Osiris y las barcas de colores se han convertido en iconos y símbolos de Malta, representados en cerámicas, llaveros y multitud de souvenirs. El ojo también aparecía en las liras maltesas, anteriores a la llegada del Euro en 2008.